La Fàbrica Moritz Barcelona es un espacio singular totalmente polivalente que mediante sus tres salas mezcla tradición y vanguardismo. Combina ocio, gastronomía y cultura sin dejar de ser la cervecería de toda la vida, la cervecería de los barceloneses. 

Nuestra selección de esta semana es una cervecería muy singular y a su vez muy "nuestra", la Fàbrica Moritz Barcelona. Este espacio es un complejo arquitectónico, de 4500 m2 que ofrece la posibilidad de albergar encuentros y eventos entre 40 y 320 personas, según la sala y formato elegido.

Construido en 1864 en la Ronda Sant Antoni nº 41, este complejo fue rehabilitado por el arquitecto Jean Nouvel para convertirlo en un uso orientado al ocio, la gastronomía y sobre todo a la promoción de la cultura nacional, y muy especialmente la catalana.

La Fábrica Moritz Barcelona está dividida en 3 plantas, donde se incluye la Cervecería, "El restaurante" Louis 1856, la vinoteca, la tienda -conocida como la M-store-, la micro-cervecería y dos salas más, lo que la convierten en un espacio totalmente polivalente combinando a la perfección tradición y vanguardismo. Se ajusta a todo tipo de eventos –celebraciones particulares, eventos empresariales, presentaciones de producto, etc.– y es totalmente personalizable siempre que el cliente se ajuste a las condiciones que marca la empresa, por ejemplo, no se pueden colgar objetos de las paredes.

La distribución de salas se divide de la siguiente manera:

• Sala Cervecería: situada delante de la cocina, es un reservado dentro de la cervecería con una capacidad para 40 personas en una única mesa imperial, disponible en dos turnos, a las 20:30h y a las 23:00h.

• Sala de Tanques: sala de 150m2 situada justo al lado de la Cervecería y rodeada de tanques de agua del manantial de Font D’Or, usados para la elaboración de la cerveza Moritz. Dispone de una cortina que insonoriza y privatiza la sala, y tiene una capacidad para 170 personas en cóctel, 120 en banquete, 130 en teatro, 5o en escuela y 40 en imperial.

• Sala 39: sala de 270m2 situada en la planta baja con una tarima regulable en altura, puede ser una gran barra o puede incluso desaparecer. Permite acoger sobre todo eventos corporativos, presentaciones, simposios y reuniones. Además, cuenta con un muy buen equipo de iluminación que ayuda a personalizar el evento que se esté realizando. La capacidad es para 320 personas en cóctel, 200 en banquete, 190 en teatro, y 90 en escuela.

Uno de los puntos fuertes de todos los espacios Moritz es la gastronomía, con el chef Jordi Vilà al frente y sus propuestas culinarias, aunque sin duda la estrella principal es la cerveza. Diariamente se elabora en la misma fábrica, a la vista de los clientes, quienes pueden ver y experimentar el proceso, así como degustarla en las visitas guiadas que se ofrecen.

Fue una de las primeras construcciones del nuevo Eixample y actualmente, gracias al trabajo de Jean Nouvel, se ha conseguido conservar parte de esta fábrica del siglo XIX y ser la cervecería de toda la vida, la cervecería de los barceloneses.